Estas modalidades de seguro protegen el patrimonio de la empresa, los trabajadores y la actividad de la misma. De esta manera te cubres ante una eventualidad que pueda suponer el cierre del negocio.
El seguro puede protegerte, no sólo de la pérdida de las existencias o de los elementos necesarios para que el negocio funcione, sino también del dinero que dejas de ganar hasta que lo recuperas.
Es vital un asesoramiento profesional para que tu actividad esté bien asegurada.